Ana María Battistozzi publicó su punto de vista sobre El sonido del árbol caído en un artículo en el diario Clarín. Cuidadosamente traza una línea a través de algunas de mi obras previas, y concluye: “Es preciso destacar la importancia de los afectos y los sentimientos en la poética de esta artista. (…) su obra sintoniza con una corriente, cada vez más extendida, que persigue colocar lo afectivo en el primer plano de la experiencia estética. Una corriente que opone la revalorización política de los vínculos afectivos, rescatada entre otros por pensadores como Deleuze, Guattari, Alain Badiou o el propio Foucault, a la distancia del formalismo minimalista y su amplio radio internacional de influencias.”